miércoles, 8 de julio de 2015

CUANDO EL ENAMORAMIENTO SE ACABA


¿Te acuerdas de las primeras semanas y los primeros meses de vuestra relación?
Seguramente recordarás el inicio de la pareja como un momento de euforia y felicidad constante, en el que tenías siempre ganas de estar con el otro y hacer cosas juntos e incluso notabas intensas sensaciones físicas, como un aumento de los latidos del corazón, agitación o ese cosquilleo en el estómago.
Son las típicas respuestas de nuestro cuerpo ante el enamoramiento, ante el comienzo de una relación íntima. Pero ¿qué ocurre cuando esta etapa de la pareja termina?

Cuando el enamoramiento se acaba

Así es: este período de sensaciones intensas no dura siempre. Como vimos en “Cuatro ideas falsas sobre el amor”, una de las creencias que más atormenta a las personas en una relación es que el amor se acabe, creyendo equivocadamente que el amor es todo ese cúmulo de sensaciones iniciales.
Enamorarse es un paso en la relación, seguramente el primero, pero no es más que una etapa en el amor, que es mucho más que eso.

La respuesta fisiológica del amor

La biología y la medicina siempre han intentado explicar todo comportamiento de forma química, como hace el cerebro respondiendo con sustancias ante ciertos estímulos. Incluso esta reacción de enamorarse ha sido estudiada y analizada.
Parece ser que estas alteraciones a la hora de enamorarnos vienen dadas por una sustancia llamada feniletilamina, que aumenta nuestra energía y que hace que produzcamos más dopamina, la llamada hormona de la felicidad o del amor.
Esta sustancia está relacionada con el placer y la satisfacción, y su aumento es lo que produce la sensación de euforia típica de los primeros meses de relación. 
Estos inicios de la pareja son vitales para el mantenimiento de la relación. La etapa del enamoramiento cambia la producción de hormonas del cuerpo y altera por completo nuestro estado de ánimo.
De este modo, acabamos relacionando esa gran satisfacción y felicidad, producidas por los cambios químicos, con la persona que las produce.
Así también se crea una relación de intimidad y de deseo por seguir con el otro y mantener la pareja.

¿Nos acostumbramos al amor?

Como se ha repetido, el enamoramiento acaba terminando. La producción de las sustancias mencionadas va decayendo con el paso del tiempo. ¿Por qué? Básicamente porque nuestro cuerpo se acostumbra a dichas sustancias.
Al principio, al ser una situación nueva, la reacción ante dichas hormonas es muy intensa, pero una producción continuada hace que el organismo se habitúe y la respuesta vaya disminuyendo, aun cuando las sustancias siguen estando en el cuerpo.
Esto ocurre normalmente al cabo de dos años, que es lo que muchos consideran como el final del enamoramiento.
En este momento es cuando aparecen otros componentes químicos, como las endorfinas, que producen una sensación de tranquilidad, comodidad o seguridad.
La siguiente etapa del amor ha llegado: la fase de la vinculación, del apego, de la intimidad o incluso de la convivencia, según cada pareja.
Lo que sí está claro es que la relación cambia, y parece que nuestro cuerpo no reacciona tanto con esa euforia y esas reacciones fisiológicas intensas, sino con una búsqueda de seguridad y de serenidad al lado de nuestra pareja.
Y ¿cuál es el problema de todo esto? Parece obvio que los cambios son evidentes y que prácticamente todos hemos pasado por esto. Sin embargo, no todas las personas aceptan esta situación de la misma forma.
El problema surge al creer ciegamente que el enamoramiento debe perdurar siempre y que, si no existen esas reacciones iniciales durante los siguientes años, es que el amor ha desaparecido.

Pues no. El amor no desaparece, sino que cambia y se adapta. Y lo mismo debemos hacer nosotros.

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