lunes, 16 de noviembre de 2015

SE DEBE SOPORTAR TODO POR AMOR?


Resultado de imagen para PAREJA PROBLEMAS


Es muy común al encontrarse en unarelación que el ser humano tenga una tendencia a resistir todo cuando se ama a alguien e incluso esta conducta nos puede llevar a pensar que por tal razón merecemos ser más amados y se recibe todo lo contrario, por esto es muy importante que analicemos nuestra situación para fomentar una relación saludable en la que se deje espacio a ambas partes y sobre todo exista mucho respeto.

Soportarlo todo por amor ¿sí o no?

Estar en una relación implica un respeto y tolerancia, aprender que son dos individuos distintos y disfrutar al mismo tiempo de esas diferencias; sin embargo el amor no debe confundirse con soportarlo todo; no puede expresarse en esos términos, ya que se trata de llegar a un punto medio en el ambos comprometan pero al mismo tiempo sean felices.
Cuando incurrimos en esto, propiciamos un ambiente poco armonioso en nuestra relación lo que se ve reflejado en nuestro hogar, con la familia, con los amigos y por supuesto con nosotros mismos. Cuando nos decidimos a soportar todo porque creemos que es la única forma de amar podemos permitir situaciones graves como el maltrato verbal o físico o coaccionar nuestra libertad.
Esto a la larga terminará lastimándote y deteriorándote, la persona que comienza a cederlo todo o a vivir acorde a los deseos de los demás va en detrimento de sí misma.

Identificando los patrones

Existen varios pensamientos o actitudes que nos permite identificar si padecemos este tipo de comportamiento o si nuestra pareja tiende a realizar estas conductas, algunas de ellas son:
  • Postergar los proyectos personales con la finalidad de atender los de la otra persona.
  • Cambiar los intereses particulares para tener mayor afinidad con la otra persona, aunque no sean agradables para sí mismo.
  • Tolerancia al maltrato o abuso por parte de la pareja.
  • Acomodarse a los deseos ajenos; horarios, amistades y demás giran en torno a la persona amada.

Las consecuencias de soportarlo todo

Es inevitable que a larga esta actitudes terminen siendo dañinas para las personas que tienen tendencia a presentarlas, las consecuencias de esto pueden ser incluso físicas o expresarse en enfermedades pero sobre todo son secuelas emocionales debido a que propiciar este tipo de circunstancias puede provocar una falta de autoestima  y esto manifestarse en distintos aspectos de nuestra vida, como cuadros depresivos, mal humor o problemas más graves que no nos permiten relacionarnos de forma saludable.

Que tanto debemos tolerar

El no soportarlo todo no quiere decir que debamos actuar siempre bajo nuestros impulsos y hacer o decir todo lo que pensamos, debe existir un equilibrio, no hay que olvidar que una relación es compromiso y compresión pero nunca puede ser perjudicial para alguna de las partes.
El amor debe impulsarnos a ser mejores, debe motivarnos y generarnos sentimientos de tranquilidad y entusiasmo; al contrario si estamos frente a situaciones que atenten contra nuestra integridad en la que lo que se presenta principalmente la dependencia, el temor, el miedo o la sumisión es necesario marcar un límite y no quedarse callado.

Recomendaciones para manejar las diferencias entre las parejas

No por ello significa que una relación con diferencias este destinada al fracaso, cada ser humano tienes sus necesidades particulares y una forma de ver el mundo diferente, dentro de una pareja existen por supuesto muchos puntos en común y cuando se difiere debemos ver estas diferencias como una oportunidad de enriquecer la relación, hay algunas manera de permitir una convivencia saludable entre ellas:
La comunicación es el principio de todo; mantener un dialogo a conciencia sobre lo que les gusta o no será la mejor manera de llegar a un acuerdo, además es la forma en que podemos expresar que cosas creemos hace falta mejorar, nos disgustan o consideramos inapropiadas, si no lo hablas no esperes que la otra persona logre comprenderlo.
Tolerar no es lo mismo que soportar, la tolerancia es sinónimo de comprensión de las necesidades del otro permite una convivencia sana donde se comparte sin sentirse presionado o limitado.
Negociar con la pareja hace la diferencia, hacer pequeños acuerdos sobre lo que uno y otro están dispuestos a ceder honestamente, para ello hay que tener muy en claro que deseamos realizarlo sin incurrir en mentiras y además si ceder aquello que para nosotros sea imprescindible, es la forma más saludable de lograr una convivencia.
Las relaciones amorosas deben ser equitativas donde lo que se comparte y se tiene en común no ensombrezca la individualidad y lo propio de cada uno.

CAMBIAR POR AMOR O SER TU MISMO

Resultado de imagen para CAMBIAR POR AMOR





Todos nosotrostenemos una esencia, unapersonalidad, y en ocasiones, podemos desear “negociarla” por amor, sin embargo, esto es ¿realmente amor?
Las personas que saben amar, aman al otro sin importar sus defectos, sin forzar ni pretender cambiar al otro. Si no amas al otro tal y como es, es posible que no lo ames, o lo amas equivocadamente.
Es común escuchar “te amo, pero me gustaría que cambiaras, quisiera que fueras más paciente, extrovertido, trabajador, activo y deportista”, todos estos cambios, suponen una transformación de la persona en cuestión y prácticamente de su personalidad, por lo que se entiende que no estamos realmente enamorados de esa persona, sino de lo que esperamos que sea, de una idealización.
Mientras que la persona a la que se le exige un cambio, puede decidirse a cambiar “por amor”, sin embargo, es muy difícil negociar la esencia, puede resultar deprimente tener que cumplir esas exigencias que a veces no van con nosotros, es frustrante, y en algún momento nos damos cuenta que, realmente no nos aman, de hacerlo, nos aceptarían tal y como fuéramos y no tendrían que someternos a estos cambios radicales.
Si bien, algunos cambios como abandonar malos hábitos, son perfectamente justificables, pues quiere decir que la otra persona se interesa por nuestro bien, el tratar de cambiar nuestra esencia y personalidad, es más bien, una agresión a nuestro “yo”.

No dejes de ser tú

En algunas relaciones cuando nuestro “yo” es débil, podemos adquirir características y mimetizarnos con la persona amada.Cuando esto ocurre, podemos abandonar aquello que nos define, para adquirir una nueva “identidad”, que es más bien, la identidad del otro y lo que desea, lo cual, puede resultar poco sano. Podemos definir, identidad, como esa consciencia o conocimiento de lo que nos define, y nos distingue, cuando asumimos la identidad del otro, estamos haciendo a un lado nuestro “yo”.
Es natural que al convivir con una persona, adquiramos “cosas” del otro, sin embargo, cuando cambiamos nuestra personalidad, valores, ideología, e incluso religión por amor, puede derivar en un conflicto interno en el que nos cueste, identificarnos, y a la vez, también puede dar lugar una dependencia emocional a la otra persona.


En nombre del amor

Puede haber muchos motivos que nos impulsen a dejar de lado nuestro “yo”, con tal de estar junto a una persona.
La soledad: El temor a estar solos puede obligarnos a abandonar lo que somos con tal de  ser aceptados y estar junto a alguien.
El milagro de amor: Mucha veces, queremos permanecer junto a personas que no nos valoran ni nos quiere, porque creemos que un día será recíproco, y aunque algunas veces esto puede ocurrir, también hay que saber cuándo nuestro “yo” está cediendo demasiado.
Abandonar tu vocación: Cuando no podemos desarrollar nuestros talentos naturales y debemos abandonar nuestra vocación debido a límites que nuestra pareja nos impone, es común, que tengamos la idea de que cuando se ama hay que hacer sacrificios, pero no es necesario. Al abandonar nuestra vocación, acabamos por no autorrealizarnos como seres humanos, lo cual puede a su vez hacernos sentir frustrados.
Dejar de lado tus valores y principios: Estos deben ser innegociables, cada uno de nosotros tenemos valores y principios que hemos adquirido en nuestra formación y cuando alguien, en este caso, nuestra pareja quiere negociar esos valores y principios, y cedemos, ponemos nuestra dignidad en riesgo.



¿Cuáles son tus límites


Para amar, sin duda, es importante aprender a amarte primero, aprender a quererte, e identificar que te gustaría conservar de ti, que es lo que te hace feliz como eres, esto no significa que te cierres, estar dispuesto a un cambio es posible y también sano, pero siempre valora que tan bueno para ti es  ese cambio y  cómo te sientes con ello, si sientes que compromete tu “yo”, entonces háblalo con tu pareja.
Por otro lado, ama a tu pareja con sus virtudes y defectos, de la misma forma que esperas que te amen. Recuerda que ninguno de nosotros somos perfectos.